
Se ha parado todo. No salen las palabras cuando hay que hablar de estas cosas. Hoy todos hemos perdido. Algunos sólo hemos perdido a nuestro ídolo de la NBA, pero otros han perdido a un compañero, a un amigo, a un padre, a un hijo. Kobe era para mí, lo que Jordan fue para mi padre.
Un especialista del aro pasado, cuando no todo en el basket era el triple. Cuando el basket estaba en la pintura. Era otro baloncesto y él era el rey. Creador de una filosofía de juego que traspasó fronteras. Como digo, no tengo palabras… solo el recuerdo de ese que estuvo siempre al lado de Pau. La leyenda de L.A. Su emblema. Hoy se apagan los focos en nuestros corazones. Ahora eres Eterno Kobe.
Gracias por tanto.